Versículos del día: Génesis 12:1
"Abuela, no me gusta este país, prefiero el mío", me dijo una nieta, y me dejó pensando en lo que significa mudarse de un país a otro.
Implica adaptarse a nuevas costumbres y circunstancias, y a veces a un nuevo idioma. Como Abraham, a muchas mujeres nos ha tocado ir de un país a otro, o de una ciudad a otra, ya sean por el llamado de Dios o por razones de trabajo. Esto nos lleva a un proceso de adaptación.
Cuando mi esposo y yo nos mudamos de los Estados Unidos a Argentina como misioneros, me llevó años aprender a hablar el español aceptablemente. Tuve que adaptarme a muchas nuevas costumbres, que con el tiempo llegué a amar. Y ahora, después de muchos años en el país austral, vivimos en Miami, una ciudad multicultural donde la mitad de las personas hablan inglés y la otra mitad españo. Otra vez debo adaptarme.
Abraham, en su largo peregrinaje, buscaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios, algo que no halló durante su vida terrenal. Nosotras anhelamos un lugar donde podamos estar siempre felices; pero es algo imposible de realizar en este mundo.
A veces, cuando quiero cambiar mi entorno, después de buscar al Señor en oración, descubro que Dios quiere cambiarme a mí. El Espíritu Santo me insta a aceptar las circunstancias y a las personas, sin juzgarlas, para brindarles el amor transformar de Cristo.
El Señor Jesús dijo que el reino de Dios está dentro de las personas; y si Cristo reina en mi corazón encuentro el contentamiento que busco, no importa dónde esté.
Erma Jean Hensley de Swindoll
Tomado de Biblia Devocional para la Mujer
El Señor Jesús dijo que el reino de Dios está dentro de las personas; y si Cristo reina en mi corazón encuentro el contentamiento que busco, no importa dónde esté.
Erma Jean Hensley de Swindoll
Tomado de Biblia Devocional para la Mujer
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